Caño Cristales, también conocido como el río de los cinco colores, es el paraíso escondido del municipio de La Macarena, una población del Meta más cercana al departamento del Caquetá que enamora a residentes y visitantes con sus aguas traslúcidas y algas de colores que discurren en los confines del departamento del Meta.
Caño Cristales: el río pintado de colores
El arroyo, que no supera los 20 metros de ancho, es una sucesión de cascadas y extraños pozos, resultado de formaciones rocosas que datan del periodo precámbrico; lo que se traduce a hace más de 1.200 millones de años. Con este contexto, el viajero puede confirmar que se encuentra en un entorno surrealista de la naturaleza, y que también por ello debe tener un profundo respeto hacia ella. Por eso se debe evitar nadar o caminar sobre las plantas acuáticas.
Eso lo comprenden sus habitantes y guías turísticos, por eso Caño Cristales es un gran ejemplo del turismo comunitario organizado y sostenible. La pequeña aldea en la que se encuentra ubicada, fundada a mediados del siglo XX a orillas del rio Guayabero, a 225 km de Villavicencio, se ha fortalecido con un floreciente comercio y un gran potencial turístico.
¿A qué se debe la magia de los colores de Caño Cristales?
¿Cómo se logra este escenario natural único en el mundo? El panorama de un cauce cristalino que parece estar forrado por miles de florecillas rojas, se debe a una planta endémica llamada Macarenia clavígera. La singular especie, que se marchita año a año bajo el potente sol de verano y florece cada invierno aferrada a las lamosas rocas del arroyo, es quien le imprime al rio su predominante color rojo; aunque en ciertos tramos se puedan apreciar también, pero en menor medida, versiones en blanco, amarillo y verde. Mientras que, el negro se debe al agua de selva que baja por ahí, el azul por el reflejo del cielo y el blanco de la espuma de las caídas de agua.
¿Cómo llegar a Caño Cristales?
Por fortuna, la seguridad en torno al atractivo turístico y la conectividad ha mejorado en los últimos años. Por ende, los viajeros residentes desde la capital solo deben contactarse con una agencia de viajes que ofrezca planes turísticos al destino.
Al municipio de La Macarena se llega por vía aérea desde Bogotá con la aerolínea Satena. También se puede llegar desde Villavicencio a través de las operadoras aéreas que vuelan con avionetas.
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