Puerto Madryn es un destino para visitar en cualquier momento del año: de diciembre a marzo se pueden avistar pingüinos y de junio a octubre ballenas. Pero el resto de los meses son ideales para descubrir otros ejemplares, como lobos y elefantes marinos, orcas, toninas, delfines y cormoranes. Uno de los mejores puntos panorámicos es Punta Loma, un acantilado con vista al Golfo Nuevo. Quien se anime puede sumergirse en esas aguas para realizar el bautismo de buceo y luego disfrutar del encuentro con estas criaturas. Incluso cabe la posibilidad de practicar kayak.
Puerto Madryn: una procesión bajo el agua
En Península Valdés existen otros tantos lugares para entrar en contacto con los moradores: isla de los Pájaros, Puerto Pirámides, Punta Delgada, Caleta Valdés y Punta Norte, ofrecen propuestas de avistaje todo el año.
Desde la costa hacia la meseta, la prehistoria, la vida de los colonos galeses y la naturaleza se conjugan en un recorrido por el Valle Inferior del Río Chubut.
Allí, en Semana Santa tiene lugar una ceremonia muy especial que ya es tradición: el Via Crucis Submarino. Se trata de un sendero delineado bajo el agua, donde se organiza una procesión, aunque para eso es necesario ser buzo.
Cabe mencionar que el padre Juan Gabriel Arias, de la parroquia Natividad de María de la Ciudad de Buenos Aires, dirigió en 2001 el primer Via Crucis Submarino de Puerto Madryn.
Además, el Via Crucis Submarino cuenta con la bendición del papa Francisco, quien autorizó la realización del mismo cuando en su momento era arzobispo de Buenos Aires. De igual manera, se llevaron adelante las acciones correspondientes para contar con la bendición del Vaticano.
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