En la península de Baja California Sur, México atesora uno de sus secretos turísticos mejor guardados: Los Cabos. Un lugar donde la naturaleza reafirma su grandeza a través de escenarios contrastantes que combinan mar, desierto, colinas y límpidos cielos que regalan 359 días anuales de sol.
Los Cabos: la otra cara del Pacífico mexicano
Aquí, donde las aguas del océano Pacífico se confunden con el mar de Cortés creando el Golfo de California, entre islas, áreas protegidas, playas y costas escarpadas México supo crear un área exclusiva, destino favorito de figuras del jet set internacional y viajeros exigentes que acuden seducidos por el buceo, el golf, la pesca deportiva de altura y el servicio de prestigiosos hoteles, por solo nombrar algunas cualidades de Los Cabos. Un destino, vale resaltarlo, que en 2005 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en mérito a sus bellezas naturales.
Descubriendo Los Cabos
Los Cabos es uno de los cinco municipios que integran el estado de Baja California Sur. Su cabecera es San José del Cabo y la ciudad más importante, a 32,6 km. de ésta, Cabo San Lucas. Entre ambas, a través de la ruta 1, se extiende un fabuloso corredor turístico que alinea a prestigiosos resorts cuya demanda, más allá del mercado doméstico, está alimentada por viajeros estadounidenses.
La oferta hotelera del enclave supera las 80 propiedades, con cerca de 18 mil habitaciones de categoría Gran Turismo, dentro de una oferta que consta de diferentes planes, desde el clásico Plan Europeo hasta el cada vez más popular All Inclusive.
En Los Cabos también sobresalen 18 de los mejores campos de golf de México, varios con la firma de diseñadores famosos –como Robert Trent Jones II, Jack Nicklaus, Tom Fazio, Greg Norman, Tom Weiskopf y Tiger Woods–; cuatro de ellos catalogados dentro de los “Top 100” del mundo.
La principal población del área es Cabo San Lucas, edificada junto al lugar donde las aguas del Pacífico se unen con las del Mar de Cortés. Originalmente se la llamó Yenecamú, palabra de la etnia pericú significa, precisamente, “lugar donde se unen dos aguas”. Hoy, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México, la urbe cuenta con poco más de 200 mil habitantes.
En esta pintoresca comunidad hay varias galerías de arte, como la del pintor mexicano Iván Guadarrama, y la de su colega californiano y también escultor Frank Arnold, ambos de reconocido prestigio internacional. Además, varias empresas especializadas en turismo receptivo ofrecen city tours que incluyen un recorrido por tiendas artesanales que venden antigüedades, objetos de plata y mantas típicas, entre otros productos.
Haciendo honor a la mundialmente reconocida gastronomía mexicana, en Los Cabos es posible degustar verdaderas delicias. Sobresalen los platos elaborados a base de frutos de mar, como los tacos de pescado, camarón y pulpo; las tostadas de marlín ahumado, las jaibas rellenas y las almejas preparadas en su concha, por nombrar algunos ejemplos. Para tener una idea de la variedad de restaurantes, vale indicar que TripAdvisor tiene ranqueados a más de 600 establecimientos.
Imperdibles del Pacífico mexicano
El azulado Mar de Cortés, llamado por Jacques Cousteau como “el acuario del mundo”, invita a los visitantes a disfrutar de singulares experiencias, como el popular viaje en barco hacia “El arco”, icónica formación geológica situada sobre la costa y, lejos, el punto más fotografiado de toda la zona.
Las aguas marinas son un verdadero paraíso para los amantes de la natación, el esnórquel y el buceo. También hay sitios óptimos para practicar surf y, aguas adentro, pesca deportiva de altura. Si, en cambio, la idea es estar relajado bajo el sol, sobresalen 22 playas certificadas con Bandera Azul.
Las aventuras fluyen en el parque Wild Canyon Adventures, con propuestas que van desde lo extremo del bungee jump o la tirolesa, a amenas cabalgatas, travesías en vehículos off-road, ciclismo, treking y hiking.
Y, aunque parezca insólito, también se puede pasear en camello. Sí, en Los Cabos habitan estos mamíferos de climas desérticos que, según especialistas, son originarios de América, pero que emigraron a otras latitudes durante el período glacial.
En el otro extremo del corredor turístico de Los Cabos se levanta San José del Cabo, un poblado tradicional cuyos orígenes datan de 1730 por impulso de los jesuitas. La iglesia de San José, ubicada en torno a la plaza principal, es su punto de referencia. Una vez al año la comunidad brinda la posibilidad de disfrutar de la Caminata del Arte en el centro histórico. En las cercanías se encuentra el estero de San José del Cabo, la única laguna costera de agua dulce del estado.
Vale subrayar que Los Cabos es un destino sustentable, ya que el 42% de Baja California Sur está ocupado por área naturales protegidas, en tanto que bajo sus aguas late la barrera de coral vivo más grande de América.
Un dato muy valorado por los conservacionistas: en estas costas es posible apreciar uno de los fenómenos naturales más singulares que acontecen en las costas del Pacífico: el avistaje de ballenas. Una cita que tiene lugar todos los años, entre diciembre y abril.
Los Cabos: lo que hay que saber
- -Cómo llegar. El Aeropuerto Internacional de Los Cabos (SJD), a 11 km. de San José del Cabo, se encuentra a 1:50 hs. de vuelo de Ciudad de México, principal punto de conexión desde las principales ciudades de América Latina.
- -Cómo moverse. En el área operan varias empresas de alquiler de autos y circulan taxi-vans las 24 hs. (el viaje entre Cabo San Lucas y San José del Cabo cuesta entre US$ 60/70). Hay también buses que unen ambas comunidades a razón de US$ 2/3).
- -Clima. Semiseco, caluroso en verano y templado en invierno. La temperatura media anual es de 26°C y las lluvias son escasas.
- -Estacionalidad. La temporada alta se extiende entre diciembre y abril, período de invierno en el hemisferio norte. La temporada baja comienza después de Semana Santa, cuando las tarifas hoteleras son más bajas y las aguas más cálidas.
INFORMACIÓN ADICIONAL
Fideicomiso de Turismo de Los Cabos
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